La pata de ganso se encuentra formada por los músculos semitendinoso, sartorio y grácil. Su ubicación está situada en la parte interna de la rodilla, debajo de la línea articular, teniendo una amplia zona de inserción tendinosa, más específicamente en la meseta tibial.

Destacando la musculatura que la forma, podemos hablar de las siguientes características que presentan, así como la función que realizan:

  • Sartorio: este músculo es el más superficial de los tres y se origina en la espina ilíaca anterosuperior. Su inserción en la pata de ganso ayuda en la flexión y rotación externa de la cadera, así como en la flexión de la rodilla.
  • Grácil: es el más medial y se origina en la rama inferior del pubis. Su inserción en la pata de ganso contribuye a la aducción de la cadera y la flexión de la rodilla.
  • Semitendinoso: será el más profundo de los tres y se origina en la tuberosidad isquiática. Su inserción en la pata de ganso participa en la extensión de la cadera y la flexión de la rodilla.

Este conjunto de músculos cumple la particularidad que son biarticulares, es decir, debido a su origen en la cadera y su inserción en la meseta tibial, tienen implicación tanto en movimientos de cadera como de rodilla.

Por ello, conjuntamente cumplen las funciones principales de flexión de la cadera y rodilla, así como la estabilidad de la rodilla.

¿Qué patología puede afectarnos en la pata de ganso?

Hablando sobre la afectación patológica más común sobre la pata de ganso será la tendinitis del tendón común de inserción de los tres músculos que la conforman y que han sido mencionados con anterioridad.

Esta afectación tendinosa nos produce una serie de sintomatología sobre la cara interna de la rodilla tal y como:

  • Hinchazón e inflamación.
  • Rigidez y falta de movimiento.
  • Edema
  • Dolor tanto a la palpación como posible en reposo.

¿Cuáles son las causas de la tendinopatía de pata de ganso?

A continuación, enumeraremos y explicaremos algunas de las posibles causas que nos llevan a padecer esta tendinopatía de pata de ganso.

  • Población: Esta lesión suele darse comúnmente en deportistas, por la cantidad de repetición de ciertos gestos y/o posible mala ejecución. También se encuentra en poblaciones con sobrepeso, artrosis de esta articulación y diabetes. Es de destacar que en mujeres se presenta una mayor afectación que en hombres.
  • Desequilibrio muscular: normalmente se suele dar por una debilidad aparente en isquiotibiales, dando lugar a unos cuádriceps más dominantes y con exceso de tensión, acarreando una mayor carga sobre ellos.

También un exceso de debilidad en la musculatura estabilizadora de cadera, en especial glúteo medio, nos llevará a descompensaciones a nivel articular que nos podrán llegar a afectar provocando esta limitación.

  • Problemas anatómicos: tenemos el ejemplo de genu valgo (rodillas hacia dentro), lo cual es una afectación anatómica que nos puede acarrear afectación estructural a la rodilla, conllevando además de posible tendinopatía en pata de ganso, afectación sobre meniscos y otros ligamentos que ayudan a la estabilidad y salud articular de la rodilla.
  • Problemas en el pie: una alteración de pie plano y/o cavo, nos puede conllevar a una serie de compensaciones en otras estructuras como la de la rodilla. En este caso es un causante que va muy ligado con padecer esta tendinitis en pata de ganso.
  • Debilidad congénita en los tendones, se acarrea un exceso de laxitud llevándonos posiblemente a estas patologías.

¿Cuál es el tratamiento para la tendinopatía de pata de ganso?

Para la rehabilitación, mejora funcional y del dolor de la tendinopatía en pata de ganso, pasaremos a destacar una serie de objetivos principales a llevar a cabo, así como el entrenamiento más adecuado para aplicar.

Para esta intervención tomaremos la referencia bibliográfica de Durán Custodio (2024), el cual nos muestra la base de un programa de intervención sobre la pata de ganso mediante el fortalecimiento y estiramiento de diversas estructuras musculares implicadas en la movilidad de cadera y rodilla.

Trabajo de fuerza:

  • Isquiotibiales, evitará descompensación ante un cuádriceps que suele encontrarse sobreestimulado.
  • Abductores y RE de cadera, nos ayudarán a evitar y corregir valgo dinámico de rodilla y una mala pisada, ayudando a corregir sobrepronación, mejorando así la alineación cadera-rodilla-tobillo.
  • Musculatura estabilizadora de zona pélvica, el trabajo de fortalecimiento de abdomen, flexores de cadera y aductores nos servirá como protección articular de la cadera y llevándonos así a una corrección postural.

Estiramientos:

  • Cuádriceps y aductores de cadera son la musculatura que se perciben con mayor tensión, y por ello la importancia de una introducción de estiramientos en dichas zonas.

En resumen, podemos decir que la pata de ganso, ubicada en la parte interna de la rodilla, está formada por los músculos sartorio, grácil y semitendinoso.

La patología más común es la tendinitis del tendón común de inserción de estos músculos, caracterizada por hinchazón, dolor y rigidez en la cara interna de la rodilla. Las causas incluyen sobreuso en deportistas, desequilibrios musculares, problemas anatómicos como el genu valgo, alteraciones en el pie y debilidad congénita en los tendones.

El tratamiento se centra en el fortalecimiento y estiramiento de los músculos implicados, siguiendo un programa basado en el trabajo de Durán Custodio (2024). Incluye ejercicios para isquiotibiales, abductores y rotadores externos de cadera, y la musculatura estabilizadora de la pelvis, junto con estiramientos de cuádriceps y aductores para aliviar la tensión.

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