El término core(significa núcleo), o también conocido como pilar fundamental, es la estructura principal y central a la hora de “generar” fuerzas y movimiento en el cuerpo humano.

A nivel biomecánico tiene una gran relevancia en la prevención de lesiones y en la mejora del rendimiento deportivo, estando así presente en gran parte, por no decir en su totalidad, de cualquier tipo de entrenamiento.

Gran parte de las personas que realizan ejercicio físico no saben o conocen con exactitud qué es y qué función cumple, por lo que, en muchas ocasiones, caen en el error a la hora de entender como entrenarlo y poner en práctica estos aspectos de forma efectiva.

Funciones y estructura

Podemos decir que la estructura del core es multifuncional porque cumple diferentes cometidos:

  • Estabilización: cuando se trata de buscar la posición/movimiento/acción más equilibrada posible dentro de un contexto en concreto de una situación de juego real o entrenamiento particular.

Dentro de esta, diferenciaremos varias funciones según el tipo de movimiento:

  • Anti-rotación: estabilizaremos el cuerpo cuando una fuerza externa provoca una rotación del tronco en nosotros.
    • Anti-flexión: estabilizaremos el cuerpo cuando una fuerza externa provoca una flexión del tronco en nosotros.
    • Anti-extensión: estabilizaremos el cuerpo cuando una fuerza externa provoca una extensión del tronco en nosotros.
  • Respiración: participa en todo el proceso respiratorio. Teniendo en cuenta que en ciertas ocasiones y circunstancias la intensidad y exigencia del entrenamiento provocará la hiperventilación, por lo que nos ayudará a que este mecanismo se realice de forma más eficiente.
  • Movimiento y trasmisión de las fuerzas a las extremidades: la disposición de las diferentes estructuras y elementos contribuye a que podamos realizar diferentes movimientos (gestos técnicos) de la forma más eficiente posible a nivel mecánico, es decir, con el meno coste energético y la mayor estabilidad posible.

Por lo tanto, conociendo sus funciones, podemos concretar las estructuras que lo definen, porque realmente comprenden, no solo la “faja lumboabdominal”, sino mucho más allá, incluyendo todos los elementos que se encargan de transmitir la fuerza desde el núcleo a las propias extremidades.

Mientras que, por un lado, tenemos el sistema nervioso, que se encarga de la “configuración” de las diferentes acciones y movimientos; por otro lado, tenemos la estructura en sí, que abarca desde las cinturas escapulares hasta las cinturas pélvicas (escápulas, hombros, tórax, espina torácica y lumbar, pelvis, caderas y los músculos que los conectan).

Como entrenarlo

Se pueden plantear sesiones aisladas, es las que trabajaremos de forma específica las funciones que nos interesen potenciar y déficits que necesitemos mejorar de nuestro core de cara al gesto técnico, habilidad o patrón motor que queramos entrenar.

Como parte del calentamiento previo al entrenamiento principal:

Tras el trabajo sobre tejido blando y el trabajo de movilidad articular.

Estabilización: aquí es donde realizaremos ejercicios, uno de cada movimiento (al menos) que vimos anteriormente (anti-rotación, anti-extensión y anti-flexión), con el objetivo de activar la función de estabilización de forma concreta en diferentes estructuras.

Activación: en este apartado incluiremos los ejercicios más complejos enfocados a, como la propia palabra indica, activar los elementos que vamos a utilizar principalmente en el entrenamiento en sí, con el fin de que respondan de forma adecuada, tanto a nivel estructura (movimiento) como a nivel nervioso (coordinación)

Conclusiones

El core está presente en cantidad de funciones biomecánicas y fisiológicas del cuerpo humano, por lo que es muy importante saber de qué forma podemos mejorar sus “prestaciones”, ya que en el campo del ejercicio físico y del deporte nos repercutirá positivamente en la consecución de nuestros objetivos.

Existen diferentes formas de entrenarlo, dependiendo de cómo queramos enfocar la sesión de entrenamiento, podrá formar parte de la preparación o calentamiento de la sesión principal o, por otro lado, entrenarlo de forma específica.

Entender como funcionamos nos ayudará a entender el porqué de los ejercicios/entrenamientos que realizamos.

Por tanto, es necesario conocer el contexto de la persona para determinar que intervención en cuanto a ejercicios es necesaria de cara a fortalecer estas estructuras y compensar los déficits que esta tenga. No hay un ejercicio mejor o peor, sino que se adaptará mejor a nuestras necesidades de una forma más precisa o no.

Si quieres saber más sobre el entrenamiento de core, te animamos a probar una primera sesión gratuita. Para ello, no dudes en ponerte en contacto con nosotros en este formulario o en nuestro WhatsApp 656 50 13 17.