Motivación ¿Dónde estás?

Tema super de moda y muy candente. Miles de usuarios viendo y compartiendo en redes sociales discursos y frases motivadoras, desde el influencer, hasta el famoso cineasta, deportista o cantante que cuenta lo duro que fue el camino y lo que tuvo que trabajar para conseguir llegar hasta ahí. Todo ello con la motivación como motor que los impulsaba día a día a través de ese camino, hasta por fin conseguir su meta, su sueño, su objetivo.

Es por esto que todos y todas buscamos motivación cuando algo se pone cuesta arriba, no nos gusta, o hay pocas probabilidades de conseguirlo. Parece como algo mágico que, si se tiene o posee todo se hará más fácil, y que si esta se pierde todo está condenado al fracaso. Pero como todo en la vida, no hay negros y blancos, sino grises. Por lo que, estas historias inspiradoras y frases o discursos motivacionales pueden ayudarnos o no. Es cierto que algunas nos emocionan, y ciertas figuras pueden servirnos como referentes para alimentar esa motivación y seguir dando pasos por ese camino que nosotros mismos nos hemos trazado para intentar conseguir algo. Pero siempre tenemos que mantener los pies en la tierra y ser realistas… es imposible mantenerse siempre motivado, o sentir las mismas ganas o fuerzas para seguir ese camino.

Y entonces… ¿nos rendimos?

Para nada, solo que a la hora de proponernos algo, deberemos seguir una estrategia que nos permita ser constantes y que vaya en progresión para alcanzar ese objetivo. Ya que la mayoría no tiene en mente escalar el Everest, hacer un récord de halterofilia o ganar el próximo iron man… y ni siquiera apuntarse a un gimnasio, lo cual es fácil, me refiero a además de apuntarse ir, pero no 3 días al mes, no… mantener una regularidad, sentirse sano, quitarse esos kilos de más, aliviar esos dolores de espalda que no paran de molestar o sentirse activa y bien con su cuerpo.

Para ello, bajo mi punto de vista no buscaría centrarme en un referente (aunque está bien tenerlo) o un discurso, sino en buscar apoyo si sabemos que no podemos iniciar ese camino por nosotros mismos, tanto a nivel profesional como social por parte de amigos o familiares. Esto hará que exista un elemento real y palpable en nuestra vida real que nos recuerde qué a esa hora hemos quedado para entrenar, que después del trabajo te está esperando tu entrenadora, o que le prometiste a tu madre que terminarías ese bono de entrenamiento que te regaló por tus dolores de espalda.

Debes mantenerte en el camino gracias a esos elementos reales de tu vida, que crearán un hábito gracias a esos pequeños compromisos del día a día hasta que formen parte de tu rutina y se automaticen esos procesos físicos y mentales que te llevan hasta la puerta del gym, como todos sabemos lo difícil es empezar… pero también mantenerse, ya que habrá días en los que nos apetezca ir poco, otros mucho y otros absolutamente nada porque vaya día que tuvimos por “h” o por “b”.

Estrategias para mantenerse en el camino

Cada uno es de su padre y de su madre, nos motivarán más unas cosas u otras, tendremos más dificultad para adherirnos a una rutina o menos y llevamos vidas diferentes, con diferentes horarios, responsabilidades y momentos sentimentales. Por lo que de daré a continuación algunas estrategias o puntos en los que podríamos enfocarnos para conseguir alguno de los siguientes objetivos que veréis a continuación.

Apuntarse al gimnasio

  1. Lo más importante de todo, estar seguros del tipo de centro al que vamos a ir y si nos ofrece lo que buscamos y se adapta a nosotros. Si necesitamos más o menos atención, entrenador que nos guíe y nos comprometa a ir, alguna actividad en específico…
  2. Progresividad: si sabemos que no nos gusta ir, no comenzaría con más de 1-2 día a la semana. Debe ser algo que no suponga un impacto enorme y repentino en nuestra vida. Simplemente comenzad con “voy a hacer 1 hora de deporte a la semana” y la repartís en esos 1 o 2 días dentro de la franja horaria que os hayáis puesto, el completar ese tiempo entrenando, e ir mes a mes haciendo incrementos cuando os sintáis listos.
  3. Buscar el ir con alguien o elemento externo a ti que te ayude a cumplir ese compromiso los días que estes más cansado o más te cueste mantener la motivación para llegar hasta el gimnasio.

Perder Grasa

  1. En este caso recomendaría ir al punto de arriba y comenzar allí antes de llegar aquí, ya que acompañar un cambio de dieta con actividad física está demostrado que ayuda a conseguirlo al complementarse entre ellos. Antes de cambiar tu dieta el ver un efecto positivo en tu cuerpo por parte del ejercicio te hará estar más predispuesto a cambiar tu dieta para aun sentirte mejor.
  2. Progresividad y mucha paciencia, aprender a comer bien y estructurar una dieta sana donde consigamos el equilibrio entre no frustrarnos y seguir bajando peso es muy complicado. No te castigues los días que hagas una comida libre pero tampoco te engañes, si no eres capaz de volver al camino cuando te salgas lo mejor es acudir a un nutricionista.
  3. Si ya tenemos las pautas de un nutricionista, lo que entra a la despensa es lo que conforme la dieta, allí no deberá entrar un “por si viene visita”, ten en casa lo que precises para seguir tu dieta y cuando toque comida libre ¡a disfrutar! Pero mientras tanto aleja de ti comida que no consumas o necesites y si lo necesitas pide cambios a tu nutricionista si llegases a pasar hambre o tener ansiedad.

Si ya te has decidido y crees que estás en el momento de probar alguno de nuestros entrenamientos personales o grupales en nuestro centro de Málaga, no dudes en ponerte en contacto con nosotros en este formulario o en nuestro WhatsApp 656 50 13 17.