El entrenamiento y la práctica deportiva realizada desde edades tempranas favorece la mejora en cuanto a movimiento, habilidades motrices del niño, así como fomenta ciertos valores positivos que se pueden transferir a su día a día y al futuro.
Es destacado comentar acerca del enfoque recreativo del entrenamiento para el niño. Se recomienda que el deporte en la infancia se base en el juego y la exploración, sin presiones excesivas. De esta manera, se potencia el amor por la actividad física, promoviendo hábitos saludables que pueden mantenerse a lo largo de la vida.
Ellos deben ver esto como un juego lúdico, que les haga disfrutar y pasarlo bien durante el tiempo de juego y no sentirse presionados a la hora de realizar un deporte o actividad debido a posibles situaciones negativas, las cuales debemos evitar en dichas etapas.
Dentro del entrenamiento realizado siempre debemos encontrar estas 3 actitudes que conformen y caractericen parte de los ejercicios:
- Libertad: centrarse en la acción que estamos realizando y darle un abanico de opciones al menor. Acciones de carácter cerrado y analítico les pueden causar poca motivación a la larga.
- Reglamento: establecer unas reglas básicas a la hora de marcar un límite dentro del ejercicio o juego. Sí nos encontramos en deportes, podemos variar ciertos matices de las reglas, siempre que no se salga de las normas básicas.
- Resultado: el esfuerzo y la dedicación deben valorarse más que el resultado. Fomentar la superación personal y el aprendizaje en cada entrenamiento fortalece la confianza y la motivación. Aplaudir el trabajo bien hecho, más allá del marcador, enseña a disfrutar del proceso y a desarrollar una actitud positiva.
Beneficios del deporte en niños
Hablando sobre la gran importancia y los múltiples beneficios que caracterizan la realización de la práctica deportiva, podemos enumerar y explicar una multitud de factores, los cuales nos argumentan el hecho de iniciar el entrenamiento en estas tempranas edades.
- Desarrollo físico y motor: mejora la coordinación, el equilibrio, la fuerza y la resistencia, favoreciendo un crecimiento saludable.
- Salud mental y emocional: reduce el estrés, la ansiedad y mejora el estado de ánimo gracias a la liberación de endorfinas.
- Fomento de habilidades sociales: ayuda a desarrollar el trabajo en equipo, la disciplina y la comunicación con otros niños.
- Resolución de acciones: potencia la concentración, la memoria y la capacidad de aprendizaje.
- Hábitos saludables para el futuro: reduce el riesgo de obesidad y enfermedades, promoviendo un estilo de vida activo desde la infancia.
¿Qué debe entrenar un niño?
FUERZA
El trabajo de fuerza en niños es clave para su desarrollo físico y deportivo. Lejos de ser perjudicial, cuando se realiza de forma adecuada y supervisada, mejora la coordinación, fortalece músculos y huesos, y previene lesiones. Además, contribuye a una mejor postura y equilibrio, facilitando el desempeño en diversas actividades físicas.
La evidencia científica demuestra que el entrenamiento de fuerza adaptado a la edad ayuda a establecer una base sólida para la salud y el rendimiento deportivo futuro. Incluir ejercicios con el propio peso corporal y cargas ligeras de manera progresiva es seguro y beneficioso para su desarrollo.
Atrás queda la controversia sobre que los niños no podían realizar trabajo de fuerza, ya que siempre y cuando la carga y el tipo de ejercicios se adaptan a su condición física y habilidades motrices nunca habrá problema en hacerlo. El ejemplo mismo puede ser que no sería lógico ejercitar a niños realizando una sentadilla pesada por falta de técnica, fuerza y control motor sobre este ejercicio. En cambio, la enseñanza de patrones básicos de movimientos, acciones funcionales con autocarga serán más lógicas, adaptadas y recomendables, trabajando así fuerza de una forma adaptada a ellos.
PATRONES DE MOVIMIENTO
El desarrollo de patrones básicos de movimiento en el entrenamiento infantil es esencial para establecer una base sólida en la motricidad y el rendimiento físico. Movimientos fundamentales como correr, saltar, lanzar, empujar, traccionar y girar son la base de cualquier actividad deportiva y de la vida diaria. Dominar estos patrones desde edades tempranas mejora la coordinación, estabilidad y eficiencia del movimiento, reduciendo el riesgo de lesiones y facilitando el aprendizaje de habilidades más complejas en el futuro.
Trabajar estos patrones no solo contribuye al desarrollo físico, sino también al cognitivo y emocional del niño. A través del juego y la exploración del movimiento, los niños aprenden a controlar su cuerpo, ganan confianza en sus habilidades y desarrollan una actitud positiva hacia la actividad física. Además, al mejorar la movilidad y la fuerza en etapas tempranas, se previenen desequilibrios musculares y problemas posturales.
Sobre todo, destacar la importancia de establecerlo como uno de los pilares fundamentales en la orientación y enseñanza que debemos darles a nuestros entrenamientos, ya que la transferencia al deporte que practiquen y al futuro será muy beneficiosa.
COORDINACIÓN y CONTROL MOTOR
El desarrollo de la coordinación y el control motor en los niños es esencial para su crecimiento y bienestar. Estas habilidades les permiten moverse con precisión, mejorar su equilibrio y realizar actividades cotidianas con mayor eficacia. La coordinación motriz ayuda a perfeccionar movimientos como correr, saltar o lanzar, fundamentales en el juego y el deporte.
El control motor trabajado dentro de este apartado, les permite reconocer la posición y movimiento de su cuerpo en el espacio, promoviendo una mejor postura y prevención de lesiones. La consciencia corporal es clave para el desarrollo de habilidades motrices, coordinación y equilibrio, permitiendo movimiento más precisos y estables.
A través del juego, la actividad física y ejercicios específicos, los niños mejoran estas capacidades, favoreciendo su autonomía, confianza y desempeño académico. Incluir ejercicios de coordinación desde la infancia potencia su desarrollo integral.
En nuestro centro de entrenamiento Élite en Málaga, entendemos la importancia de un enfoque integral y adaptado para el desarrollo deportivo infantil. Nuestros programas están diseñados para potenciar las capacidades de cada niño de manera divertida y segura, combinando el trabajo de fuerza, patrones de movimiento, coordinación y control motor.
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