Hoy en día, es bien sabido que conseguir cualquier objetivo exige un trabajo, una disciplina, y un sacrificio, bien sea de carácter personal o profesional.
En el mundo del entrenamiento, y especialmente cuando hablamos de fuerza e hipertrofia, existe la idea de que, para mayores resultados, hay que exprimir el músculo hasta la última repetición posible, o lo que también es conocido como entrenar hasta el fallo muscular.
Solo es necesario darse una vuelta por los gimnasios y observar un poco alrededor, para darse cuenta de que un gran porcentaje de usuarios del fitness siguen este patrón.
Y es que nos gustar llevar por bandera el famoso marketing “NO PAIN NO GAIN” de la marca Nike, con la creencia de que más, siempre es mejor.
¿Pero, es esto realmente cierto? ¿Qué lleva a tomar esta decisión a la hora de planificar los entrenamientos?
Con este artículo vamos a analizar algunos posibles beneficios y varias desventajas de llegar hasta ese fallo muscular cuando entrenamos, y ya puestos, derrumbar esos mitos tan latentes como anticuados.
Lo primero que debemos saber es que “fallo muscular” significa hacer un ejercicio y repetirlo tantas veces como fisiológica, mecánica, y mentalmente se pueda.
Dicho lo cual, a día de hoy existen varias teorías, tanto a favor como en contra, de este tipo de entrenamiento, pero analicemos lo que realmente dicen los estudios más recientes.
¿Qué desventajas podríamos destacar del entrenamiento hasta el fallo?
- Podría ser más lesivo a nivel músculo-articular, ya que exponemos nuestro cuerpo al límite, y esto siempre es un riesgo añadido.
- La ejecución técnica se vería muy comprometida, por lo que sacarle todo el partido al ejercicio en cuestión no sería un reto fácil.
- Habría que tener muy en cuenta el descanso entre sesiones. Un error muy común es hacerlas todas de esta manera y olvidarnos que podemos caer en un sobreentrenamiento del músculo, indeseado y contraproducente para nuestro rendimiento, más conocido como síndrome de “burn out”.
- Destacar también que este tipo de entrenamientos no debe de ir dirigido al mayor porcentaje de la población, sino que quien lo llevase a cabo deberían ser personas ya entrenadas, con una buena forma física y unas condiciones que le permitan, por diversas cuestiones, exprimir al máximo su musculatura.
- Con respecto al aspecto emocional, debido a esa sensación de fatiga y dolor muscular, puede conducir a un posible rechazo psicológico de cara al entrenamiento.
- Para una correcta ejecución, en muchos ejercicios necesitaríamos tener a alguien pendiente de nosotros por si necesitásemos asistencia en cualquier momento.
Beneficios de entrenar al fallo
Primero de todo, tenemos que explicar que hay varias versiones de entrenar hasta el fallo. Y es que, si bien no sería lo mismo llegar hasta el fallo siempre con la misma carga, tampoco lo es, por ejemplo, entrenar con tu carga y tus repeticiones habituales y justo después, bajarla y continuar hasta el fallo; o por otro lado, realizar tu sesión de entrenamiento como normalmente haces, y justo antes de terminar, introducir 1 o 2 series con tu peso corporal o cargas muy livianas hasta el fallo.
Sujeto a esto, está el aspecto de que entrenar con cargas bajas hasta el fallo, aumenta la vascularización al músculo y transporte de nutrientes, ya que te va a permitir conseguir más repeticiones que si lo haces con cargas más altas.
Por supuesto, no quiere decir que llegar hasta el fallo no repercuta sobre tus niveles de fuerza e hipertrofia. Al haber más flujo sanguíneo y aporte de nutrientes, la congestión muscular será mayor, recibiendo el nombre de hipertrofia sarcoplasmática.
Todas estas afirmaciones, como en toda ciencia, no dejan de ser motivos para una controversia por parte de la comunidad científica.
Pero si nos fijamos en los últimos estudios, lo más relevante que sacamos en conclusión es que aún no existe una evidencia clara que respalde la idea de que el entrenamiento de fuerza realizado hasta el fallo muscular ofrezca mayores beneficios fisiológicos, y por consiguiente, una mayor hipertrofia, que si no llegamos hasta ese fallo.
Con lo cual, podemos afirmar que no existiría una relación lineal entre esa ganancia de volumen muscular y el entrenamiento al fallo.
En mi opinión, concluyo que entrenar o no entrenar hasta el fallo no es la cuestión, sino que va a depender de muchos factores. Si tu idea es llevarlo a cabo, piensa que debes de aplicarlo correctamente en tu programa de entrenamiento teniendo en cuenta los descansos, tener un compañero que te pueda ayudar, qué objetivo persigues y durante cuánto tiempo vas a hacerlo, qué tipo de ejercicio es más seguro para un entrenamiento al fallo, y por supuesto, si estás consiguiendo el resultado esperado y no el contrario.
En nuestro centro Élite nos centramos más en el aspecto global de los beneficios que el ejercicio y la actividad física tienen sobre la salud y no llegar hasta esa extenuación, sin embargo, tampoco se exime a los clientes de que, en un momento y condición dada, se alcancen niveles más exigentes.
Si quieres un asesoramiento personalizado puedes venir a nuestro centro de entrenamiento Élite en Málaga y nuestros entrenadores te informarán de todo. Puedes ponerte en contacto con nosotros mediante este formulario o a través de nuestro WhatsApp 656501317.
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