La esclerosis múltiple (EM) es una enfermedad crónica del sistema nervioso central (SNC) que afecta a la médula espinal y al cerebro. Es una enfermedad autoinmune, lo que significa que el sistema inmunológico del cuerpo ataca por error a sus propias células y tejidos sanos, en este caso, las células que recubren y protegen a los nervios, conocidas como mielina. Según la OMS (Organización Mundial de la Salud) la EM afecta a más de 2 millones de personas en todo el mundo.

La destrucción de la mielina daña la capacidad del sistema nervioso central para enviar señales correctamente, lo que provoca diferentes síntomas. Los síntomas de la esclerosis múltiple pueden variar ampliamente y pueden incluir fatiga, debilidad muscular, problemas de coordinación y equilibrio, trastornos visuales, entumecimiento o sensación de hormigueo, problemas de memoria y concentración, dificultades en el habla y trastornos del estado de ánimo.

La causa exacta de la esclerosis múltiple aún no se comprende completamente, pero se cree que es el resultado de una combinación de factores genéticos, ambientales y autoinmunes. Algunos factores de riesgo conocidos incluyen antecedentes familiares de EM.

Tipos de Esclerosis Múltiple en Málaga

La esclerosis múltiple es una enfermedad impredecible y variable. Algunas personas experimentan síntomas leves y episódicos, mientras que otras pueden experimentar discapacidades graves y progresivas. Ello depende del tipo de EM que padezcan:

1. Esclerosis Múltiple Recurrente-Remitente:

Este es el tipo más común de EM, afecta aproximadamente al 85% de las personas diagnosticadas. Se caracteriza por episodios de exacerbación de los síntomas, seguidos de períodos de remisión parcial o completa, donde los síntomas disminuyen o desaparecen por completo. Las recaídas pueden variar en gravedad y duración, y los síntomas pueden afectar diferentes partes del cuerpo.

2- Esclerosis Múltiple Secundaria Progresiva:

En este tipo de EM los síntomas empeoran progresivamente con el tiempo, sin períodos distintos de exacerbaciones y remisiones. Las recaídas son menos frecuentes.

3. Esclerosis Múltiple Primaria Progresiva:

En este tipo, los síntomas empeoran constantemente desde el principio, sin períodos claros de exacerbaciones y remisiones.

4. Esclerosis Múltiple Progresiva Recurrente:

Es el tipo de EM menos común, se caracteriza por un empeoramiento gradual de los síntomas con períodos intermitentes de exacerbaciones agudas, aunque se diferencia por la presencia de recaídas clínicas claras en la progresión general de la enfermedad.

Beneficios del entrenamiento de fuerza en personas con EM

Independientemente del tipo, la esclerosis múltiple puede tener un impacto significativo en la calidad de vida de quienes la padecen. Por ello debemos buscar estrategias para paliar e incluso mejorar esta enfermedad.

No existe cura para la esclerosis múltiple, pero el entrenamiento de fuerza ha demostrado ser una estrategia prometedora para mejorar la calidad de vida de las personas con esta enfermedad. Contrariamente a la creencia popular, el ejercicio de fuerza no solo es seguro para las personas con EM, sino que también puede ayudar a controlar los síntomas, reduciendo la frecuencia y gravedad de las recaídas, ralentizando la progresión de la enfermedad y obteniendo beneficios físicos y emocionales.

El principal problema de este tipo de poblaciones es la debilidad y falta de musculatura, es por ello que el entrenamiento de fuerza tiene un factor fundamental en este tipo de poblaciones. Esto no solo facilita las actividades diarias, como caminar o levantar objetos, sino que también puede ayudar a prevenir caídas y lesiones relacionadas. Además, el entrenamiento de fuerza puede ayudar a mantener la densidad ósea y prevenir la osteoporosis, previniendo la posibilidad de fracturas óseas ante caídas.

Otro beneficio clave del entrenamiento de fuerza es su capacidad para mejorar la fatiga, uno de los síntomas más debilitantes de la esclerosis múltiple. Numerosos estudios han demostrado que el ejercicio regular puede aumentar los niveles de energía y mejorar la calidad del sueño, lo que conduce a una disminución de la fatiga a largo plazo.

Estos beneficios pueden ayudar a reducir la depresión, la ansiedad y el estrés, problemas comunes entre quienes viven con una enfermedad crónica como la EM.

Es importante tener en cuenta que el entrenamiento de fuerza debe adaptarse a las necesidades individuales de cada persona. Un programa de ejercicios personalizado, diseñado y supervisado por profesionales de la salud, puede ayudar a maximizar los beneficios y minimizar el riesgo de lesiones.

En resumen, el entrenamiento de fuerza ofrece una variedad de beneficios físicos y emocionales para las personas con esclerosis múltiple, desde el fortalecimiento muscular hasta la reducción de la fatiga. Integrar el ejercicio de fuerza muscular en el plan de tratamiento puede jugar un papel importante en la gestión de los síntomas y en la mejora de la calidad de vida de quienes viven con esta enfermedad crónica.

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