Hola Elitistas, esta semana vamos a hablar de una lesión de la que ya habíamos hablado previamente, pero todo tiene un por qué. En Élite siempre tratamos temas de actualidad y, últimamente nos habéis preguntado mucho por qué tantos deportistas, amateurs y profesionales están sufriendo recidivas (recaídas en el argot técnico) o están cayendo lesionados de otras estructuras. La mayoría de las recidivas ocurren en la última fase de la readaptación, en el return to play o vuelta a la competición, aunque en este post vamos a hablar de las lesiones que suceden cuando el deportista ya ha vuelto a la competición.

Tenemos que decir que no es tan raro, hay poca literatura científica que hable de las lesiones de otras estructuras tras una lesión tan grave como la rotura del LCA. (Van Melick et al., 2016) advierte en sus estudios que estas lesiones pueden ser causa de un patrón alterado, puesto que vamos a sobre solicitar en exceso a otras estructuras que pueden verse afectadas. Además, desde nuestra experiencia podemos añadir que en muchos casos después de la readaptación ineficaz puede haber musculatura débil que cuando se somete a un estímulo elevado se lesiona. Sin embargo, la evidencia científica es muy clara a la hora de valorar una nueva rotura del LCA en el deportista, ya sea en la misma pierna o en la contraria. De hecho no son tan aislados estos casos, (Rambaud et al., 2017) cifra la ratio de recidiva es un 15%, 7% en la misma pierna y 8% en la contralateral en deportistas de élite.

¿Cuáles son los principales factores de riesgo para una recidiva?

La causa principal de la que derivan es, para nosotros, sin duda, una vuelta prematura a la actividad deportiva (Rambaud, Ardern, Thoreux, Regnaux, & Edouard, 2018). Por cada mes de retraso a la competición en los primeros 9 meses, la tasa de nuevas lesiones se reduce un 50% (Rambaud et al., 2017)(Grindem, Snyder-Mackler, Lynn Moksnes, Engebretsen, & Risberg, 2016). En muchos casos, entrenadores y deportistas se ponen muy nerviosos y apuran el momento de la vuelta a la competición teniendo en cuenta “sensaciones” pero es mejor advertir a estos que lo más importante es volver con plenas garantías y, tenemos que saber, que la vuelta a la competición no puede estar definida por el tiempo transcurrido desde la operación, si no en función de la capacidad funcional y el estado de forma del deportista. Puede que un deportista esté preparado para competir a los 8 meses desde su operación y otros lo estén a los 10 meses. Por lo tanto, el jugador debe cumplir unos criterios objetivos para recibir el alta deportiva.

En cualquier caso, no todas las lesiones ocurren justo en el momento de la vuelta, es por esto que tenemos que estar alerta y vigilar estos criterios, hasta los dos años post-cirugía el jugador corre un riesgo elevado de lesionarse, debido no solo a la estructura que ha sido dañada si no al tiempo de inactividad del deportista. Un error muy común es dejar de entrenar la fuerza o la movilidad cuando el deportista comienza a competir para no someterlo a mucha carga de entrenamiento, y a nuestro juicio es un error gravísimo puesto que, aunque el deportista esté inmerso en la competición, tiene que mantener todas sus estructuras fuertes y con un rango óptimo. Es posible que en algunos momentos se vea fatigado, pero es necesario que se adapte a mantener un trabajo complementario además del trabajo específico de campo, y en el caso de reducir la carga, debe ser en el trabajo específico. Los factores que derivan de esta falta de trabajo complementario suelen ser los siguientes:

  • Asimetría en cuanto a los valores de fuerza que podemos generar entre una pierna y otra.
  • Desajuste en el ratio H:Q (entre la fuerza del cuádriceps y los isquiotibiales).
  • Asimetría en la dorsiflexión del tobillo o la rotación de la cadera.

¿Cuál es la población con más riesgo?

Nuestra experiencia en este caso corrobora lo que nos cuenta la ciencia, los jóvenes son los que más problemas suelen tener. Hay diferencias con deportistas de élite, donde la ratio de recidiva es un 15%, sin embargo, para jóvenes esta ratio asciende al 23% (Rambaud et al., 2017). De hecho, en los jóvenes, un 84% de las re-rupturas ocurren el primer año post-operación y un 66,6% durante los dos primeros años (Astur et al., 2019). Los jóvenes habitualmente tienen mas problemas para mantener unos hábitos de trabajo y suelen abandonar el entrenamiento de fuerza cuando se incorporan a sus equipos, los deportistas profesionales tienen más madurez y esto le lleva a tener más compromiso con este trabajo.

Consejos para reducir el riesgo de lesión

Una de los aspectos más relevantes es centrarse en la calidad del movimiento, conseguir que el deportista mantenga un patrón de movimiento adecuado (Van Melick et al., 2016). Diversos estudios demuestran que es posible reducir el riesgo de lesión manteniendo el trabajo de fuerza, en tales estudios nos apoyamos para nuestro trabajo diario en Élite comprobando su alta eficacia, ejercicios multiplanares, unilaterales, pliometría, neuromuscular, la activación muscular, la coordinación… (Sugimoto et al., 2015) (Waldén, Hägglund, Magnusson, & Ekstrand, 2016), (Yoo et al., 2010)

Si has sufrido una lesión en el cruzado de la que no te has recuperado, o no sabes qué hacer tras tu cirugía, no lo dudes y ven a asesorarte a nuestro centro. Contamos con un equipo de especialistas en este tipo de lesiones que sabrán dar la solución a tu problema para que tu recuperación sea rápida y eficaz. Nuestros buenos resultados en numerosos clientes, tanto deportistas de élite como particulares, nos avalan.

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BIBLIOGRAFÍA

Astur, D. C., Novaretti, J. V., Cavalcante, E. L. B., Jr, A. G., Kaleka, C. C., Debieux, P., … Cohen, M. (2019). Pediatric Anterior Cruciate Ligament Reruptures Are Related to Lower Functional Scores at the Time of Return to Activity: A Prospective, Midterm Follow-up Study. The Orthopaedic Journal of Sports Medicine, 7(12).

Grindem, H., Snyder-Mackler, Lynn Moksnes, H., Engebretsen, L., & Risberg, M. A. (2016). Simple decision rules reduce reinjury risk after Anterior Cruciate Ligament Reconstruction: The Delaware-Oslo ACL cohort study. British Journal of Sports Medicine, 50(13), 804–808. https://doi.org/10.1136/bjsports-2016-096031.SIMPLE

Rambaud, A. J. M., Ardern, C. L., Thoreux, P., Regnaux, J. P., & Edouard, P. (2018). Criteria for return to running after anterior cruciate ligament reconstruction: A scoping review. British Journal of Sports Medicine, 52(22), 1437–1444. https://doi.org/10.1136/bjsports-2017-098602

Rambaud, A. J. M., Semay, B., Samozino, P., Morin, J. B., Testa, R., Philippot, R., … Edouard, P. (2017). Criteria for Return to Sport after Anterior Cruciate Ligament reconstruction with lower reinjury risk (CR’STAL study): Protocol for a prospective observational study in France. BMJ Open, 7(6). https://doi.org/10.1136/bmjopen-2016-015087

Sugimoto, D., Alentorn-Geli, E., Mendiguchía, J., Samuelsson, K., Karlsson, J., & Myer, G. D. (2015). Biomechanical and Neuromuscular Characteristics of Male Athletes: Implications for the Development of Anterior Cruciate Ligament Injury Prevention Programs. Sports Medicine, 45(6), 809–822. https://doi.org/10.1007/s40279-015-0311-1

Van Melick, N., Van Cingel, R. E. H., Brooijmans, F., Neeter, C., Van Tienen, T., Hullegie, W., & Nijhuis-Van Der Sanden, M. W. G. (2016). Evidence-based clinical practice update: Practice guidelines for anterior cruciate ligament rehabilitation based on a systematic review and multidisciplinary consensus. British Journal of Sports Medicine, 50(24), 1506–1515. https://doi.org/10.1136/bjsports-2015-095898

Waldén, M., Hägglund, M., Magnusson, H., & Ekstrand, J. (2016). ACL injuries in men’s professional football: A 15-year prospective study on time trends and return-to-play rates reveals only 65% of players still play at the top level 3 years after ACL rupture. British Journal of Sports Medicine, 50(12), 744–750. https://doi.org/10.1136/bjsports-2015-095952

Yoo, J. H., Lim, B. O., Ha, M., Lee, S. W., Oh, S. J., Lee, Y. S., & Kim, J. G. (2010). A meta-analysis of the effect of neuromuscular training on the prevention of the anterior cruciate ligament injury in female athletes. Knee Surgery, Sports Traumatology, Arthroscopy, 18(6), 824–830. https://doi.org/10.1007/s00167-009-0901-2