Cuando sentimos dolor en alguna parte de nuestro cuerpo o limitaciones para realizar movimientos rutinarios de nuestro día a día, no tenemos claro a qué profesional sanitario acudir y nos surgen las primeras incertidumbres. ¿Será muy grave lo que tengo? ¿Podrá ayudarme mi médico? ¿Y si voy al osteópata del que me habló mi vecino o a la clínica de fisioterapia que tengo al lado de mi casa?
Hoy en día acudir al fisioterapeuta es cada vez más habitual, pero todavía no tenemos claro cómo nos puede ayudar realmente o por qué es mejor ir a un fisioterapeuta en lugar de a cualquier otro profesional como osteópatas, quiroprácticos, masajistas, etc.
En esta entrada queremos explicar cómo puede ayudar la Fisioterapia según las necesidades que tenga cada uno. El objetivo es que sepas por qué y en qué ocasiones es mejor acudir a un fisioterapeuta que a cualquier otro profesional. ¡Empecemos por el principio!
La importancia del diagnóstico
La Fisioterapia es una profesión sanitaria, titulada y regulada. Por lo tanto, lo primero que tiene que hacer un fisioterapeuta es descartar la posibilidad de alguna patología grave que necesite la derivación a un especialista específico. Después se realizará una primera entrevista donde se harán todas las preguntas necesarias para saber qué le ocurre al paciente y cómo vamos a abordarlo.
A continuación, se iniciará una valoración individualizada con todos los medios oportunos para saber qué patología tiene el paciente y marcar unos objetivos de tratamiento para poder manejar su problema y ayudarle lo máximo posible. Es decir, un fisioterapeuta necesita tener conocimientos en Patología y saber los tiempos de recuperación.
Con todo esto, el fisioterapeuta es capaz, una vez tenga claro el diagnóstico y aplicando el razonamiento clínico, de proponer el tratamiento adecuado para resolver las diferentes patologías de nuestros pacientes y mejorar su calidad de vida.
3 pilares: Terapia manual, educación y ejercicio
Una de las herramientas principales de tratamiento es la Terapia Manual, una de las mejores para modular el dolor del paciente. Se usa principalmente en fases iniciales como herramienta analgésica, siempre basada en un correcto razonamiento y explicando el objetivo de cada técnica al paciente. Con ello conseguiremos modular el dolor y, así, ir aumentando el rango de movimiento articular o reducir la inflamación.
La educación es muy importante dentro de la Fisioterapia, esto es, explicar al paciente por qué sufre su dolor y que lo entienda. Así, el propio paciente es capaz de manejarlo mejor y tiene estrategias para afrontar su dolor, reducir la discapacidad y mejorar la calidad de vida.
El ejercicio terapéutico es la herramienta clave en nuestro tratamiento. Es una de las herramientas con más evidencia para el tratamiento y prevención de diferentes patologías musculo-esqueléticas. Desde las fases iniciales se trabaja con ejercicios específicos con el objetivo de generar cambios no solo en el dolor del paciente, sino también en los tejidos que necesitan una adaptación a la carga progresiva.
Por lo tanto, el trabajo que hacemos está basado en los conocimientos científicos más actualizados, guiados por el estado biológico, psicológico y social de cada paciente para ofrecerle las mejores opciones de tratamiento. De esta manera tendrá una recuperación completa y conseguiremos cumplir sus expectativas.
¿Necesitas resolver tu problema? ¡Te ayudamos! Ponte en contacto con nosotros a través de nuestro formulario o déjanos un mensaje en nuestro WhatsApp 656 501 317.