¿Qué es el sedentarismo?
Podemos decir que una persona es sedentaria cuando no realiza, al menos, 30 minutos de actividad física 3 días por semana.
Actualmente, se considera sedentaria a casi un tercio de la población por sus hábitos del día a día.
Realizamos profesiones cada vez menos activas y físicas, pasamos más tiempo delante de una pantalla y, además, todo está al alcance de un simple clic.
Esto ha hecho que nos movamos menos, que nos desplacemos hasta no tan lejos para conseguir X producto o necesidad, que todo sea más cómodo y accesible.
Por lo tanto, hemos ganado en calidad de vida desde ese punto de vista, pero estamos perdiendo salud en el largo plazo, algo que, evidentemente no nos interesa y que debemos contrarrestar mediante la práctica de actividad física.
Hay una gran cantidad de patologías en las que el sedentarismo tiene un papel muy marcado para su desarrollo como son la obesidad, cardiopatías, cerebrales, lesiones osteoarticulares, musculares, etc.
Hábitos saludables
Consideramos hábitos saludables aquellas acciones repetidas en el tiempo y que son parte de nuestra rutina y que nos repercuten algún beneficio en un espacio de tiempo corto, medio o largo.
Desde el enfoque de la actividad física nos interesa mantener unos niveles continuos, es decir, tantos días de la semana como podamos de, al menos, treinta minutos de actividad moderada.
Dentro de este se encuentra el ejercicio físico, con un objetivo específico o deportivo.
También debemos tener en cuenta el NEAT (actividades con un requerimiento físico fuera del propio entrenamiento), como andar hasta el lugar de trabajo, utilizar las escaleras, ir a la compra semanal andando, etc.
Dependiendo de nuestra forma de hacer las cosas, este gasto calórico será mayor o menor. De ahí su importancia, ya que representa un porcentaje importante del gasto calórico diario de una persona.
En cuanto a la nutrición,lo más importante es saber qué, cuándo y cuánto comer para llevar a cabo una ingesta equilibrada.
Evidentemente, esto algo que se debe individualizar a la situación concreta de cada persona: sus características, su objetivo (si lo tiene) y sus necesidades.
Respecto al descanso, es muy importante recuperarnos tanto física como mentalmente del cansancio acumulado diariamente. Por eso se aconseja la práctica deportiva (ejercicio físico) para poder desconectar de fuentes/situaciones de estrés, además de acumular horas de sueño de calidad, que son las realmente reconfortantes y útiles.
El factor psicológico es el que engloba y determina todo lo anterior: nuestro estado de ánimo para afrontar el día a día.
Es más que aconsejable plantearnos objetivos siguiendo el acrónimo SMART (en inglés):
- Specific (específico): concretar el objetivo.
- Measurable (medible): que se pueda medir.
- Achievable (alcanzable): que sea objetivamente alcanzable.
- Relevant (relevante): que tenga sentido con el proceso y otros objetivos.
- Timely (temporalizable): que se pueda enmarcar y medir en el tiempo.
De esta forma, conseguiremos ir progresando poco a poco, de forma objetiva y real a nuestra situación, cumpliendo los objetivos que nos hayamos propuesto y progresando en diferentes aspectos.
Ejercicio físico
Si nos ponemos en el caso de una persona sedentaria, se considera que son necesarias 2 sesiones a la semana como mínimo para que se produzcan las adaptaciones necesarias y conseguir un progreso real, consiguiendo un equilibrio en la densidad de trabajo (entrenamiento vs descanso).
Las cargas de trabajo/entrenamiento comenzarían siendo las mínimas para crear una adaptación anatómica del organismo a los nuevos estímulos que estamos aplicando, evitando posibles lesiones y un sobreentrenamiento.
Progresivamente, estas cargas irán aumentando en relación al plan establecido y a la respuesta de la persona entrenada, con el objetivo de evitar un estancamiento y continuar en la mejora de la condición física.
La combinación del entrenamiento de fuerza y el entrenamiento cardiopulmonar será clave para mejorar, a nivel general, en las capacidades físicas y funcionales de la persona, lo que se reflejará, no solo en una situación de entrenamiento, si no en el día a día.
Al fin y al cabo, conseguir la adherencia a la actividad y ejercicio físico es un objetivo primordial que los entrenadores y educadores físicos debemos tener siempre presente para conseguir que la persona entrenada tenga una motivación intrínseca a la hora de realizar cualquier tipo actividad y ejercicio físico.
Algunos de los beneficios que implican el ejercicio físico son:
- Ganancia en los niveles de fuerza.
- Aumento de la estabilidad y el equilibrio.
- Mejora composición corporal
- Mayor concentración.
- Liberación de estrés.
- Socialización, bienestar, calidad de vida.
Conclusiones
- Mas allá del propio ejercicio físico,lo que nos interesa es asentar una serie de hábitos saludables.
- Podemos establecer diferentes estrategias y metodologías para adherir estos hábitos a nuestra rutina.
- Es más que aconsejable recurrir al profesional correspondiente del aspecto que necesitamos mejorar, ya sea físico, nutricional, psicológico, etc.
- El ejercicio físico actúa como tratamiento ante casos patológicos, poblaciones especiales, sedentarismo, lesiones, etc.