Dentro de una valoración o exploración inicial, no debemos dejar de lado la información que nos otorgan los test sobre el tren superior, ya que nos serán de suma importancia para detectar posibles alteraciones.
La evaluación a través del movimiento no busca identificar o diagnosticar la causa del dolor/lesión. Un movimiento considerado como alterado es fruto de un patrón de activación erróneo, lo que a su vez es indicio de una disfunción del sistema de control motor (potencialmente perjudicial para la integridad de las estructuras pasivas). Las estrategias compensatorias que habitualmente se observan responden a modelos de desequilibrio muscular típicos derivados de la respuesta previsible de nuestro cuerpo ante la inactividad, la sedestación prolongada, las posturas repetitivas, etc. Inicialmente se observa la práctica natural del movimiento, sin ningún tipo de instrucción técnica.
Para reeducar una acción errónea, el sujeto debe de ser consciente del fallo concreto en la prueba; además, se le puede ofrecer cierta asistencia para mejorar la calidad del gesto. Y si en este caso el fallo prosigue, el nivel de alteración en la percepción corporal y el control neuromuscular, puede ser relevante.
Dentro de este apartado nos centraremos en la región cervical, cintura escapular y raquis dorsal, dándonos con 3 test que mostraremos a continuación resultados en cuanto a posibles descompensaciones que encontramos en dicha realización.
Balanceo posterior en cuadrupedia
El primero de los test a tratar irá enfocado a la valoración cervical. En posición de cuadrupedia con la región cervical correctamente alineada, el sujeto se sienta hacia los talones.
La prueba pone de manifiesto el control cervical y la capacidad de disociar la región superior de la inferior. Por lo tanto, un rango excesivo, un movimiento global del cuello se considera un hallazgo positivo.
Las alteraciones a nivel cervical que podemos presenciar con este test son las siguientes:
La extensión craneocervical se considera una respuesta deficiente. El movimiento implica una flexión de hombro por lo que trapecio superior y/o angular del omóplato pueden desviar la postura craneocervical si no hay una respuesta adecuada por parte de los flexores profundos del cuello. Una compensación que se ve favorecida por el papel dominante de los extensores superficiales sobre los profundos.
Si se presencia una flexión craneocervical durante el movimiento, pude deberse a un exceso de rigidez en flexores profundos del cuello, así como una hipercifosis dorsal.
Otra opción, el movimiento es de rotación predominantemente de origen craneocervical y con un eje que discurre a lo largo de cabeza y cuello. Nos resumirá igualmente un mal control en los estabilizadores cervicales. También está rotación puede ser debida a una compensación por un desequilibrio en la posición de los hombros.
Test de flexión completa de hombros
El test consiste en que el sujeto en posición bípeda realiza una elevación completa de brazos, valorando la capacidad de movilidad de los hombros. A continuación, mostramos algunas de las posibles alteraciones.
Bajo una mayor exigencia de movilidad y en presencia de desequilibrios, la alteración de la posición escapular se acentúa; el cuello da la apariencia de desaparecer porque los hombros se encogen casi al completo (se puede comprobar como apenas queda un rango extra disponible de elevación), producido por una posible anteriorización cervical como compensación. En caso de un resultado positivo asociado a un encogimiento de hombros con brazos en elevación completa, para evaluar la percepción y el control consciente del movimiento escapular, al sujeto se le indica que descienda los hombros manteniendo los brazos elevados. Por ello debemos examinar el movimiento de ambos brazos, así como las ocurrencias a nivel cervical.
Tomando como referencia el borde medial de la escápula, debe existir un rendimiento muscular equilibrado (agonistas y antagonistas de la rotación), no se debe detectar ninguna prominencia marcada de la escápula. Aunque en este aspecto, quizás sea necesario añadir carga/repeticiones para identificar alteraciones de menor trascendencia clínica. También es importante prestar atención a todo el arco de movimiento tanto en fase concéntrica como excéntrica.
En la valoración sin apoyos, los grados de libertad se amplían y es fácil introducir un movimiento compensatorio por parte de la región lumbar y la caja costal inferior.
Cabe destacar que, en cualquiera de las pruebas de movilidad en flexión, una tendencia a doblar los codos puede indicar un acortamiento del músculo dorsal.
Test de rotación torácica
Este test se utiliza para evaluar la función y la amplitud de movimiento de la columna torácica, ya que puede útil para identificar limitaciones en la flexibilidad, así como para monitorear la progresión o la efectividad del tratamiento en personas con problemas en esta región de la columna vertebral. Puede ser parte de una evaluación más amplia de la columna vertebral y la postura del paciente, especialmente en casos de dolor de espalda o lesiones.
El test consiste en girar lentamente el tronco hacia un lado, manteniendo los pies en su posición original. La rotación se hace de manera controlada y sin forzar. El evaluador puede medir el ángulo de rotación alcanzado utilizando una herramienta de medición o simplemente observando la distancia alcanzada.
El resultado se registra en grados de rotación. Por lo general, se mide tanto el giro hacia la izquierda como hacia la derecha para evaluar la simetría y la amplitud de movimiento.
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