Esta semana el post va a ir dedicado a cómo es la recuperación de una patología de la columna cervical que es la radiculopatía cervical, es decir, la afectación de la raíz nerviosa en un nivel de la columna cervical.
Como siempre, para conseguir una óptima recuperación, es necesario entender esta lesión, que el paciente entienda sus síntomas y el pronóstico, para que así, todo el proceso de curación se haga lo más ameno posible.
¿Qué es la radiculopatía cervical?
Para comprender esta patología es necesario irnos primero a la anatomía de la columna cervical. La columna cervical tiene 7 cuerpos vertebrales que van de C1 a C7 con sus discos intervertebrales. Detrás del cuerpo vertebral tenemos el agujero vertebral que es por donde pasa la Médula Espinal y entre cada vértebra se forma el agujero intervertebral o agujero de conjunción que es por donde sale cada raíz nerviosa.
Cuando sale la raíz nerviosa de cada nivel se van entrelazando para formar los plexos nerviosos y de ahí se van formando los nervios periféricos que los más famosos en el miembro superior son: el nervio radial, el nervio mediano y el nervio cubital. Estos tres son los que llegan hasta los dedos.
El nervio mediano da la sensibilidad en parte de la palma de la mano, parte del primer dedo, segundo y tercero. El nervio radial da la sensibilidad en la mitad del dorso de la mano y primer, segundo y tercer dedo. El nervio cubital da la sensibilidad al cuarto y quinto dedo principalmente.
Si nos quedamos a nivel vertebral, justo en la salida de la raíz nerviosa, ahí es donde ocurre esta lesión, que es la afectación de la raíz y puede darse en cualquier nivel cervical.
Normalmente la afectación de la raíz suele ocurrir por una hernia cervical o por una estenosis del canal por donde sale la raíz. Las hernias de disco cervicales son más frecuentes en C5-C6 y C6-C7. Esto está relacionado con la gran movilidad de estos segmentos y su proximidad a la columna cervico-torácica que tiene menos movilidad.
Según la raíz que esté afectada, los síntomas serán en un territorio característico: en la zona axilar, escapular, cervical, hombro, brazo o dedos.
En este post vamos a centrarnos en la recuperación y el manejo de la radiculopatía cervical por una hernia discal.
La radiculopatía cervical por hernia de disco presenta marcadas diferencias con respecto a la lumbar. Estas diferencias están relacionadas con la distinta anatomía del disco cervical. El núcleo pulposo cervical no tiene consistencia gelatinosa como a nivel lumbar, está formado por tejido fibrocartilaginoso que está protegido por las articulaciones uncovertebrales y, por lo tanto, el prolapso discal es menos frecuente que en la columna lumbar, exceptuando en accidentes traumáticos serios.
La hernia de disco cervical suele ser postero medial, por lo que las sensaciones que van hacia el brazo y dedos suelen ser menos intensas en la columna cervical. Esto es debido a las apófisis unciformes que se comportan como una auténtica barrera anatómica que dificulta la migración del disco en esa dirección.
A partir de etapas medias de la vida, es frecuente observar abombamiento del anillo fibroso acompañado de crecimiento osteofíticos en el canal espinal, sin necesidad de que genere síntomas.
Se sobre diagnostica la hernia de disco cervical y se confunden los cambios patológicos en el disco, como la hernia, con los cambios involutivos que aparecen en el disco cervical a lo largo de la vida de un individuo y que no tienen ninguna significación patológica.
Por lo tanto, Las imágenes de hernia solo deben considerarse como patológicas si hay correlación con síntomas o signos clínicos
¿Qué ocurre cuando hay una irritación de la raíz y da esos síntomas tan desagradables hacia el brazo y los dedos?
Los dos mecanismos donde el nervio se puede ver comprometido y empezar a generar síntomas son:
- Con una isquemia, es decir, el nervio necesita mucha glucosa para funcionar correctamente y esta llega a través de la sangre y esto se consigue a través del movimiento. Si dejamos en posición mantenida el cuello girado hacia un lado, o el brazo sin moverlo en determinadas posiciones durante cierto tiempo, el nervio va a empezar a quejarse y puede llegar a irritarse.
- Se ha visto que también un estiramiento del nervio mantenido en el tiempo, acaba por provocar cambios en la circulación del nervio. Esto quiere decir que, si mantenemos el brazo o el cuello estirado durante cierto tiempo y luego no le movemos, puede empezar a generar síntomas.
Cuando la raíz nerviosa acaba por irritarse, comienzan unos síntomas característicos que se van a ir dando en unas zonas específicas. Las áreas más comunes son la zona escapular, cervical, zona lateral del hombro y que baja hasta el codo, antebrazo o incluso algunos dedos.
Según la raíz afectada los síntomas serán diferentes. También es común tener sensaciones de acorchamiento, hormigueos en el brazo y sensación de pérdida de fuerza. Es frecuente también tener dolor nocturno que impida el descanso.
Así como una hernia de disco que produce una radiculopatía lumbar puede ser muy severa y finalmente el paciente se tiene que operar, la necesidad de cirugía por hernia de disco cervical es mucho menor. No se considera operar porque la evolución natural suele tener buen pronóstico.
Muchos estudios han demostrado que la hernia discal cervical evoluciona hacia una desaparición progresiva en la mayoría de los pacientes.
¿Cuál es el proceso de recuperación y el pronóstico?
La radiculopatía cervical por hernia de disco suele mostrar una evolución favorable siempre que se lleve a cabo un adecuado control de los síntomas.
Lo que sabemos de esta patología es que mejora, pero suele tardar un tiempo, pueden ser un par de semanas, o varios meses, cada persona es diferente y es imposible saber quién evolucionará más rápido y quien más lento. Algunos cicatrizamos más rápidamente y tenemos menos dolor con la misma cantidad de lesión y otros, al contrario. Lo importante aquí es que podemos comenzar de forma segura a cargar la zona lesionada después de un periodo corto de reposo.
El dolor radicular, y especialmente si es por una hernia de disco, puede ser extremadamente severo, limitando todas las actividades de la vida diaria y teniendo dificultad para dormir por la noche. En esta primera fase, el dolor severo dura 2 semanas, pero puede prolongarse durante 4-5 semanas. Por lo tanto, es esencial reducir el dolor tan pronto como sea posible. Con el objetivo de mejorar esto, se disminuirán las actividades que provoquen dolor, para eso enseñamos posturas que puedan aliviar el dolor, y tratamiento farmacológico si es necesario.
En el manejo de la radiculopatía, hay tres aspectos esenciales a tener en cuenta: monitorizar el estado neurológico, controlar el dolor y educación del paciente. Especialmente durante las tres primeras semanas, el paciente debe venir a la clínica una vez en semana con el objetivo de controlar la evolución, debido a que el empeoramiento de los síntomas neurológicos puede ser rápido.
La primera etapa del manejo es la educación del paciente acerca de esta condición. Ellos deben saber la historia natural del dolor radicular, la importancia de controlar el dolor y evitar el empeoramiento de los síntomas neurológicos.
La recuperación de este tipo de patología es larga en el tiempo hasta volver a conseguir una óptima recuperación o que la persona vuelva a realizar su deporte con normalidad. Dependiendo de la severidad del daño en el nervio, los tiempos rondan entre 3 a 6-8 meses y hasta uno o dos años.
Si vamos fase por fase, la etapa aguda que son las tres primeras semanas, el paciente se encuentra muy muy mal, pero hay un pequeño cambio entre la tercera y la sexta semana. Entre la sexta y los 3 meses, el 85% de los pacientes notan una mejora significativa y hasta los 6 meses donde se encuentran mucho mucho mejor y ya la extrusión empieza a desaparecer.
A partir de los 6 meses en muchos de los pacientes queda la sensación de una pequeña molestia o dolor referido hacia periferia muy variable durante el día que no le impide. Al cabo de 1 y 5 años el 25% de los pacientes continúa mejorando, teniendo aún clínica en algunos casos.
Es importante sobre todo al inicio de los síntomas manejar bien el dolor y los síntomas neurológicos y para ello probablemente el traumatólogo especialista en columna sirva de mucha ayuda para dosificar y pautar la medicación necesaria o incluso la infiltración con corticoides para controlar el dolor de alta intensidad.
Durante esta fase es clave la educación, la terapia manual y ejercicios específicos según la sintomatología del paciente.
Una vez pasada la primera fase más discapacitante, comienza la fase de exposición gradual y fortalecimiento, dónde vamos ir añadiendo ejercicios progresivos y combinados de miembro superior y miembro inferior para ir ayudando a la curación del tejido, trabajando a nivel metabólico e ir introduciendo progresivamente ejercicios que impliquen más estrés mecánico al sistema.
Si te han dicho que tienes una hernia de disco cervical, con afectación del nervio y no sabes qué hacer para mejorar, no dudes en ponerte en contacto con nosotros que seguro que podemos ayudarte. Puedes hacerlo a través de nuestro formulario de contacto o nuestro número de WhatsApp 656501317.
Referencias
Santos FM, Silva JT, Giardini AC, Rocha PA, Achermann APP, Alves AS, et al. Neural mobilization reverses behavioral and cellular changes that characterize neuropathic pain in rats. Mol Pain. 2012;8:57.
Gilbert KK, Smith MP, Sobczak S, James CR, Sizer PS, Brismée J-M. Effects of lower limb neurodynamic mobilization on intraneural fluid dispersion of the fourth lumbar nerve root: an unembalmed cadaveric investigation. manual & manipulative thera. Taylor & Francis; 2016 Jan 8;23(5):239–45.
Santos FM, Grecco LH, Pereira MG, Oliveira ME, Rocha PA, Silva JT, et al. The neural mobilization technique modulates the expression of endogenous opioids in the periaqueductal gray and improves muscle strength and mobility in rats with neuropathic pain. Behavioral and Brain Functions. 2013 Dec 31;10(1):19–9.
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