El ejercicio físico es una herramienta fundamental para mantener la salud y el bienestar en todas las etapas de la vida, y en la tercera edad cobra una importancia aún mayor.

La actividad física regular ayuda a mejorar la movilidad, fortalecer los músculos, mantener la densidad ósea y reducir el riesgo de enfermedades crónicas como la diabetes, la hipertensión o la artritis. Sin embargo, la incorporación al ejercicio en personas mayores debe hacerse de manera progresiva y adaptada a sus necesidades y capacidades individuales.

Es esencial contar con la orientación de profesionales de la salud o del deporte para evitar posibles lesiones y garantizar un entrenamiento seguro y efectivo. Además, se deben considerar factores como el estado físico previo, la presencia de patologías y la elección de actividades que resulten motivadoras y accesibles.

En definitiva, el ejercicio no solo contribuye a la salud física, sino también al bienestar emocional y social de las personas mayores.

Dentro de los aspectos a tener en cuenta antes de iniciar un trabajo individualizado con alguno de estos sujetos es mirar sus características personales y su entorno, siguiendo algunas de estas indicaciones:

  • El grado de discapacidad de dicha persona que le obligue a depender de otras personas.
  • Las expectativas de la persona dependiente respecto al modo en que desea recibir las ayudas.
  • El apoyo y atención recibida por cuidadores y familia.

Encontramos datos demográficos des estos últimos años sobre tercera edad y deporte en España, nos indican que el 50,5% de las personas mayores de 55 años practican gimnasia suave, un aumento significativo en comparación con el 38,5% registrado en 2015. Asimismo, en otras actividades como senderismo ha incrementado su popularidad, pasando del 27,3% al 30,8%, y el ciclismo del 22,8% al 25,5% en el mismo periodo.

Estos datos reflejan una tendencia positiva en la incorporación del ejercicio físico entre las personas mayores en España, contribuyendo a mejorar su salud y calidad de vida.

Deporte VS. Enfermedad

Como ya hemos presentado anteriormente, la evolución de la práctica física en estos últimos años parece haber desarrollado una concienciación en este sesgo poblacional sobre lo importante que es el deporte para ellos.

Destacamos como la práctica deportiva en la tercera edad ofrece múltiples beneficios en estos tres aspectos: físicos, psicológicos y sociales, contribuyendo significativamente a mejorar la calidad de vida y el bienestar general de las personas mayores.

A nivel físico, el ejercicio ayuda a mantener la movilidad, la fuerza y la resistencia, previniendo la fibromialgia y reduciendo el riesgo de caídas. Además, fortalece los huesos, disminuyendo la probabilidad de padecer osteoporosis, y favorece la circulación sanguínea, lo que ayuda a controlar la hipertensión y a reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares.

Desde el punto de vista cognitivo y emocional, la actividad física tiene efectos positivos en la memoria y la concentración, retrasando el deterioro cognitivo asociado a la edad. Asimismo, el ejercicio estimula la liberación de endorfinas, lo que ayuda a reducir el estrés, la ansiedad y la depresión, mejorando el estado de ánimo y promoviendo una sensación de bienestar.

Por otro lado, la práctica deportiva también tiene un importante impacto social. Actividades como el senderismo, la natación o la gimnasia en grupo fomentan la socialización, evitando el aislamiento y la soledad, problemas comunes en la tercera edad. La interacción con otras personas fortalece la autoestima y refuerza el sentido de comunidad.

Entrenamiento tercera edad

A la hora de hablar de entrenamiento en mayores tenemos muchas herramientas a la hora de producir una mejora, pero destacamos como siempre que se sea posible y adaptado a cada sujeto la introducción de fuerza en nuestros ejercicios.

Hablaremos de las siguientes capacidades importantes a trabajar en estos entrenamientos, tales como: fuerza, equilibrio, coordinación y trabajo cognitivo.

La fuerza como cualidad más destacada por ser la más adecuada a la hora de combatir la osteoporosis y la sarcopenia, así como mejora del equilibrio y reducir el riesgo de caídas. Para optimizar la mejora de la capacidad funcional, el programa de entrenamiento de fuerza debería incluir ejercicios que simulen actividades de la vida diaria (por ejemplo, ejercicios de sentadilla, levantarse y sentarse, subir escaleras).

Es muy importante hacer un seguimiento a la respuesta cardiovascular durante el entrenamiento de fuerza, prestando especial atención a la frecuencia cardiaca y tensión arterial. Así como evitar cargas isométricas al inicio de un programa e introducir con prudencia la metodología excéntrica.

Por parte del trabajo de equilibrio, es fundamental para mantener la autonomía y reducir el riesgo de caídas, siendo una de las principales causas de lesiones graves en esta etapa de la vida.

Los ejercicios de equilibrio ayudan a mantener una postura más alineada y a mejorar la movilidad, facilitando la realización de actividades diarias como caminar, subir escaleras o levantarse de una silla con mayor seguridad. El aumento de la confianza y perder parte del miedo a caerse se destaca dentro de estos beneficios. Además, el entrenamiento del equilibrio estimula la conexión entre el cerebro y los músculos, coordinación, reflejos y el tiempo de reacción, aspectos clave para un envejecimiento saludable.

Aspectos de la introducción del trabajo coordinativo, nos valdrán como componente de mejora de movilidad y equilibrio, así como estimulación de la lateralidad y sincronización, tan importante en estas edades.

Por último y de gran importancia es la introducción de ejercicios de trabajen capacidades cognitivas del mayor.

Les ayudará entre otros aspectos a ser más autónomos. Con este desarrollo de las capacidades como:

  • Mantenimiento de la memoria.
  • Estimulación del razonamiento.
  • Prevención del deterioro cognitivo.
  • Estimula creatividad, concentración y atención.

Se puede trabajar mediante el desarrollo de ejercicios que impliquen:

  • Asociación de conceptos
  • Secuencias numéricas, colores, etc.
  • Repeticiones y combinación de ejercicios.
  • Cálculo y resolución de problemas.

Si formas parte de este grupo de población o tienes un familiar que lo sea y resides en Málaga, no dudes en ponerte en contacto con nosotros a través de nuestro formulario o nuestro número de WhatsApp 656501317.

¡Te esperamos!