Cuando aparece el dolor lumbar, lo primero que necesitamos saber es: ¿qué está pasando en mis tejidos?, ¿por qué tengo estos síntomas?, ¿cuánto tiempo va a durar esto?, y sobre todo, ¿qué puedo hacer en mi día a día para mejorar?

Estas son las preguntas clave que deberías hacerte. Y lo ideal es que una fisioterapeuta especialista en dolor lumbar te las responda. Contar con una guía profesional te permite manejar mejor tu situación, evitar miedos innecesarios y tomar decisiones acertadas para tu recuperación.

¿Qué está ocurriendo en tu columna lumbar?

En la zona lumbar pueden producirse distintas lesiones o alteraciones que generan dolor. Cada una tiene sus características, y dependiendo del tejido afectado, el tiempo de recuperación puede variar.

Cuando acudes al médico con dolor lumbar, muchas veces te dicen que tienes una “contractura” o simplemente te recetan medicación y reposo. Si vas a urgencias, es habitual salir con pocas respuestas y mucha incertidumbre. Incluso, a veces, pueden decirte frases alarmantes como “esto no tiene solución” o “es por la edad, te irás poniendo peor”.

Por eso, este artículo quiere ayudarte a entender mejor lo que te pasa, especialmente si te han dicho que tienes una hernia discal.

¿Qué es una hernia discal?

Entre cada vértebra de tu columna hay un disco intervertebral. Este disco actúa como un amortiguador y permite que la columna sea flexible. Está formado por un anillo fibroso en el exterior y una sustancia más gelatinosa en el centro (núcleo pulposo).

Cuando hablamos de una hernia discal, nos referimos a una situación en la que ese núcleo pulposo entra en contacto en el espacio epidural donde puede irritar las estructuras Esto puede irritar estructuras cercanas, como los nervios, provocando dolor local o irradiado hacia la pierna (lo que se conoce como ciática, puedes leer este post sobre la ciática donde hay mucha más información al respecto).

Pero hay otros diagnósticos posibles, como el dolor discogénico.

Dolor discogénico: el gran desconocido

Este tipo de dolor lumbar agudo se presenta muchas veces de forma repentina. Un gesto tan simple como ponerse los calcetines, levantarse de una silla o agacharse puede desencadenarlo. El dolor es intenso, te sientes “enganchado” y muchas personas terminan yendo a urgencias.

Lo que ocurre en este caso es una disrupción interna del disco intervertebral: una rotura de las fibras más internas del anillo fibroso, sin llegar a formar una hernia visible en la resonancia. A veces se ve una protusión discal (que es una forma leve de afectación del disco), pero en otras ocasiones ni eso.

Este dolor suele ser difuso, mal localizado, y en ocasiones se irradia hacia la pierna, aunque normalmente no pasa de la rodilla. Empeora con la flexión lumbar, estar mucho tiempo sentado, toser, estornudar o hacer cambios de posición. También es común sentir rigidez por las mañanas.

Entonces, ¿qué hago si tengo una hernia discal o dolor discogénico?

Lo más importante es no entrar en pánico. El cuerpo tiene una gran capacidad de recuperación y la mayoría de los casos de dolor lumbar, incluso con hernia discal, mejoran sin cirugía.

La clave está en entender bien tu caso, tener una guía profesional y seguir un proceso de recuperación adecuado.

El papel de la fisioterapia en tu recuperación

Una fisioterapeuta especializada en dolor lumbar puede ayudarte a:

  • Hacer una buena historia clínica, entendiendo tu historia de dolor, tus hábitos, tu entorno laboral y tu estilo de vida.
  • Realizar una valoración física detallada para conocer cómo te mueves, qué posturas o gestos te generan síntomas y cómo responde tu cuerpo a ciertos estímulos.
  • Diseñar un tratamiento personalizado, que irá adaptándose según tu evolución.

¿En qué consiste el tratamiento?

Durante las primeras fases, el objetivo principal es recuperar el movimiento sin dolor. Esto puede incluir:

  • Movilizaciones suaves.
  • Trabajo de respiración y control motor.
  • Ejercicios para reducir la rigidez y ganar confianza al moverte.

A medida que el dolor mejora, vamos incorporando ejercicios de fortalecimiento progresivo, sobre todo centrados en la musculatura de cadera, abdomen y piernas. La fuerza es clave para reducir el dolor, mejorar la función y prevenir recaídas.

En fases más avanzadas, si haces deporte, se trabaja con ejercicios funcionales y específicos para tu actividad: por ejemplo, si haces surf, prepararemos tu cuerpo para las demandas de este deporte. Queremos que ganes confianza y vuelvas a disfrutar sin miedo.

¿Y el reposo?

El reposo prolongado no es una buena opción. Puede aumentar la rigidez, la pérdida de fuerza y el miedo al movimiento. Es mejor mantenerse activo dentro de lo posible, adaptando las actividades para no agravar los síntomas. Aquí es donde la fisioterapeuta te orienta y te da herramientas concretas.

¿Cuánto dura la recuperación?

Cada persona es diferente. Algunos casos evolucionan en menos tiempo y otros necesitan varios o incluso muchos meses. Lo importante es tener paciencia, seguir una progresión lógica, teniendo claro el camino para sentir que progresas cada semana.

  • Tener una hernia discal o dolor lumbar no significa que tengas que vivir con dolor para siempre.
  • Es esencial entender lo que te pasa y tener una guía profesional que te ayude a tomar decisiones informadas.
  • La fisioterapia es una herramienta eficaz y segura para ayudarte a recuperarte, volver a moverte con confianza y mejorar tu calidad de vida.

¿Te han dicho que tienes una hernia discal y no sabes por dónde empezar? ¿Tienes dolor lumbar que no mejora? Como fisioterapeuta especializada en dolor musculoesquelético, podemos ayudarte a entender tu caso y acompañarte paso a paso en tu recuperación. Puedes escribirnos a través del siguiente formulario de contacto o directamente a nuestro número de WhatsApp: 656 501 317. Estaremos encantados de ayudarte.